domingo, 2 de noviembre de 2008

UN MUNDO TECNOLOGIZADO[1]

Las últimas décadas han visto un desarrollo vertiginoso de la tecnología. El futuro que se vislumbra es en muchos sentidos asombroso. Se está generando así una situación nueva para la humanidad que tiene a la tecnología en un lugar muy importante. De ahí que se hable del surgimiento de una sociedad tecnológica y de una cultura tecnológica que señalarían la llegada de una nueva etapa del devenir histórico que han llamado era tecnológica. Y aunque estas expresiones sean por demás ambiguas, reflejan la importancia que la tecnología ha adquirido en la sociedad contemporánea.

Salta ala vista que el mundo se está tecnologizando cada vez más. Día a día se añaden inventos y se desarrollan nuevas aplicaciones tecnológicas. Esto se ve muy claro, por ejemplo, en los adelantos en la telecomunicación. Causa verdadero asombro el crecimiento acelerado de la red mundial, sobre todo a través de Internet, que introduce recursos y posibilidades novedosas en la transmisión de información, con consecuencias en muchos otros ámbitos.

El desarrollo tecnológico se descubre en diversos campos. La medicina, por ejemplo, es un caso notable en el que las nuevas tecnologías vienen alcanzando fronteras inexploradas. Áreas como la biología y la genética, se está desarrollando rápidamente. No puede dejar de mencionarse la electrónica con sus cada vez mayores aplicaciones –es difícil imaginar hoy en día un mundo sin sus aportes en la vida cotidiana-. Se podría hablar también el transporte en sus diferentes modalidades. El desarrollo de nuevos materiales –como materiales sintéticos de todo tipo y resistencia, superpegamentos y superconductores- o las aplicaciones de la energía nuclear son otras áreas de enormes alcances. Se abren también nuevos campos de investigación, como el perfeccionamiento y difusión del uso de la energía solar, así como de otras fuentes alternativas de energía. Se podrían seguir mencionando otros campos en los que la tecnología está desarrollándose de manera significativa, como la agricultura, pero por el momento basten los mencionados. Lo cierto es que está difundiéndose de modo impresionante en casi todos los ámbitos de la vida del ser humano. Este desarrollo está produciendo un impacto muy importante en la vida cotidiana de las personas: en los hábitos alimenticios, los ritmos de vida, la manera de trabajar, la atención a la salud, los sistemas de educación, e incluso el arte. El desarrollo tecnológico que se está desarrollando y que ya en muchos casos, estamos viviendo, es sencillamente portentoso. Algunos lo ven como fascinante. Pero también podría decirse que en ciertas de sus posibles perspectivas se presenta como aterrador. La pregunta que surge inevitablemente es si acaso todo este desarrollo es algo realmente bueno para el ser humano. Nadie puede poner en duda que la tecnología viene trayendo enormes beneficios a la humanidad. Pero tampoco se puede negar que están surgiendo problemas nuevos ligados al desarrollo tecnológico y algunos de ellos con consecuencias dañinas muy graves para el ser humano. Tomando en cuenta esta realidad es que se afirma que la tecnología es esencialmente ambigua.

Toca emprender un serio discernimiento para que dicho desarrollo esté genuinamente al servicio del ser humano y no contra él. Ante la magnitud de lo que significa la tecnología y teniendo en cuenta la ambigüedad que la caracteriza no cabe la menor duda de que es un o de los principales desafíos de este tiempo.

[1] DOIG Klinge, Germán. El desafío de la tecnología. Más allá de Ícaro y Dédalo. Vida y Espiritualidad. Lima, 2000 p.11

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